miércoles, 28 de septiembre de 2022

Puerto Iguazú

Cataratas lado brasileño



A las 7 de la mañana abrimos el ojo y recién llegamos a la terminal de bus de Puerto Iguazú. La ciudad está rodeada por dos ríos, el Iguazú, que hace frontera con brasil; y el Paraná, que hace frontera con Paraguay. Nada más bajar tomamos otro colectivo hacia el camping Costa Ramón, situado a las afueras del pueblo, junto al río Paraná. Una vez allí, conocimos a Ramón, gran tipo pero con poca imaginación para poner nombre a sus negocios. 






El camping era espectacular y una vez armada la tienda nos dirigimos hacia las cataratas de Iguazú del lado brasileño. Llegamos allí en bús, tras la obligada parada en la aduana brasileña. La verdad que suena a tópico, pero pocas palabras pueden describir la sensación de encontrarte entre semejantes torrentes de agua rodeandote. Un auténtico espectáculo. 







Una vez en el pueblo de vuelta, recorrimos sus calles y después de comer visitamos el hito de las 3 fronteras, desde el que puedes observar los hitos del lado brasileño y paraguayo al otro lado del río. 





Después volvimos al camping y preparamos la cena junto a un grupo de amigos argentinos que estaban pasando unos días en Iguazú. También conocimos a Fernando y Mariela, una pareja que comenzaba un viaje de meses en su pick up. El día acababa en la tienda esperando para visitar las cataratas del lado argentino.




Cataratas lado argentino


A las 6 de la mañana, el canto de cientos de aves te despertaba con unas vistas inmejorables del río Paraná.



Desayunamos con Fernando y Mariela y tras una pequeña charla nos encaminamos hacia las cataratas del lado Argentino. El día no se presentaba muy bueno... Caía agua a más no poder y ya en el bús, parecía que estábamos en las mismas cataratas de la cantidad de goteras que tenía. Más filtraciones que en el despacho de Villarejo. Peeeero, una vez allí dejó de llover... Y entramos al parque para dirigirnos a la Garganta del Diablo. Nunca habíamos visto tal espectáculo de la naturaleza tan cerca de nosotros. Acaba de comenzar el viaje y nos parecía imposible que fuéramos a encontrarnos algo tan maravilloso durante los meses restantes... 




Tras un buen rato en esta cascada realizamos los distintos senderos y saltos del parque. Un tucán a apenas cuatro metros de nosotros comiendo frutos de un árbol, fue lo último que divisamos cerrando así, una visita inmejorable. 









Tras llegar al camping, allí estaban Mariela y Fernando. Pasamos varias horas charlando y compartiendo distintas experiencias. Fernando, gran cocinero, nos invitó a cenar unas pizzas caseras (lleva el horno en su pick up). Cogimos mucho cariño a esta pareja, y ni que decir tiene que esperamos verles en Jujuy! Y después de un buen rato nos fuimos a descansar. Nos esperaba un día de viaje hacia el fin del mundo...