martes, 8 de noviembre de 2022

Jujuy y Purmamarca

San Salvador de Jujuy y Yala

Después de un viaje de 20 horas, llegamos a San Salvador de Jujuy, la capital de la provincia, a las 10 de la mañana. Es una Ciudad en  la que no existe la clase media, solo ricos y pobres. Es curioso como el río Chico divide las dos partes de la Ciudad: la pobreza y la rica. En la estación nos esperaba Mariela, que conocimos en Puerto Iguazú y que nos iba a alojar una noche en su casa. Hicimos un tour por el pueblo para después recorrer la carretera de Yala y Reyes, y conocer la zona y algunas lagunas. 

Subiendo hacia la laguna, levantamos a Ra, un chico australiano que subía andando. Un tío muy majete, abierto e interesante. Ya en laguna, disfrutamos de las vistas y de la tarde tomando un matecito.



Seguimos el camino hasta la laguna Comedero, otro lugar espectacular. En realidad toda la zona era realmente bonita. 




Ra se quedó con nosotros a dormir y aprendió lo que es el "arroz a la cubana" aunque prefirió huevos revueltos, cosas de australianos. 

Tras echar unos bailes improvisados nos fuimos a descansar ya que al día siguiente nos esperaba Purmamarca. ¡Qué ganas de conocer este lugar!




Purmamarca


Nos levantamos con hambre. Mucha hambre. Ra y Dani fueron a comprar el desayuno y tras ponernos como chanchos (lo que son los cerdos aquí) nos preparamos para marchar. 

Dejamos a Ra en su hostel (esperamos volver a encontrarnos por el camino. Hemos compartido poco tiempo pero muy interesante) y con Mari a los mandos (prefiere Mari a Mariela) partimos hacia Purmamarca. 

Es un lugar que te deja boquiabierto. Ese pequeño pueblo a los pies del cerro de los siete colores es algo maravilloso. Dimos una vuelta paseando por sus calles y nos tomamos un tamal y una humita. 







Después hicimos el recorrido del Cerro del Colorado, donde te sientes parte del mismo cerro, entre sus diferentes tonos de color e inmensidad. Es un pueblo mágico. El único punto quizá negativo, es el exceso de  ambiente turístico que rompe un poco con la esencia del pueblo. 








Nuestro próximo destino era Tilcara. Antes hicimos una parada en Maimará, otro pequeño e imperdible lugar que posee un cementerio precioso. También disfrutamos de las vistas de "la paleta del pintor", una formación montañosa en la que se distinguen multitud de colores. 






Ya en Tilcara, Mari se volvió a Jujuy ya que tenía que hacer algunas gestiones. Nosotros dimos una vuelta por el pueblo, que nos encantó. 


Encontramos el Hostel Mística, un lugar con un rollo alucinante en el que disfrutamos de un asado y conocimos a otros viajeros muy majetes. Después de unos bailes, unos cuartetos, unas cumbias y por supuesto, unos fernés con cola, nos fuimos a la habitación tras una noche bárbara!