jueves, 6 de octubre de 2022

Ushuaia: El fin del mundo

Parque Nacional Tierra del Fuego

El día amanecía soleado. Tras recoger la tienda y desayunar nos fuimos directos al aeropuerto. Hicimos escala en Buenos Aires y partimos hacia Ushuaia, la ciudad más austral del mundo (los chilenos dicen que no, porque Puerto Williams, que pertenece a Chile, está algo más al sur. Pero Puerto Williams en sí, aunque esta catalogado como ciudad, no lo es en realidad. Allí viven militares) 

Nos hospedamos en el Hostel Los Cormoranes. Y nos recibió Gustavo, un "personaje" de mucho cuidado... ¡Grande Gustavo! 

A la mañana siguiente, en el desayuno, conocimos a Judith y Jorge, una pareja con la que hicimos muy buenas migas. Tal fue el grado de complicidad, que decidimos visitar el Parque Nacional de Tierra del Fuego juntos. El parque tenía varias sendas cerradas ya que el invierno acaba de finalizar y muchos árboles estaban caídos. Filomena se queda corta... 









Es un lugar realmente bonito. También conocimos a Hooney, un chico con el que hemos compartido muchos momentos aquí en Ushuaia. 

Por la tarde, ya en la ciudad, dimos una vuelta con algún percance... Ale creyó ver unos pesos en el suelo y se lanzó de cabeza a por ellos tras bajar de las típicas letras enormes que hay en las ciudades para fotografiarse. No pasó nada. Lo que pasa en Ushuaia se queda en Ushuaia.

 




Tras el "fallo de equilibrio" Nos fuimos a comprar un salmoncito para hacerlo al horno. ¡Uy que riiiico! Ale y Judith fueron las que más trabajaron en la cena, todo hay que decirlo. Con la panza llena cada mochuelo se fue a su olivo. El primer día en Ushuaia no había defraudado.


Laguna Turquesa y Esmeralda

El hostel era recomendable cien por cien. Teníamos unas vistas increíbles al canal de Beagle y el desayuno, incluido, con huevos, pan tostado, dulce de leche, mermelada, avena, queso, café, te, cereales...(nos ganaron con el desayuno). 



Como cada mañana Gustavo te recibía con sus historias y recomendaciones para el día. Para él, en un plato de comida no podía faltar "un animalito muerto". 


Ese día decidimos hacer las subidas de Laguna turquesa y Laguna Esmeralda. Así que los cuatro (Judith y Jorge ya eran como de la familia)nos pusimos en marcha. 
El hielo, dificultaba la subida a la primera de las lagunas, la turquesa. Pero las vistas desde ese lugar no podían ser mejores. Sensación de alta montaña y una belleza singular. 







La Laguna turquesa, al igual que la Esmeralda, estaban congeladas. Aún así se apreciaba el color tan característico. La subida a la segunda Laguna, la Esmeralda, fue más cómodo que a la primera pero tan bonita como la primera. Naturaleza y montaña pura. 









Una vez abajo, cogimos fuerzas con un buen choripán y nos fuimos de vuelta al hostel. 
La cena de este día era de despedida, Jorge y Judith viajaban a la mañana siguiente hacia Puerto Natales por lo que organizamos una cena en un restaurante para probar los platos típicos de Ushuaia: La centolla y el Cordero fueguino. Hooney se vino con nosotros. Y no podían faltar unas cuantas cervezas en uno de los bares de la ciudad, para despedir como se merece a estos dos amigos, que seguro, volveremos a ver. Un placer haberos conocido!




Canal de Beagle y Playa Larga - Río Encajonado

En el día de hoy, después del desayuno, nuestro plan era realizar un recorrido en barco por el Canal de Beagle visitando algunas de sus islas y el Faro Les Eclaireurs. También es conocido erróneamente como el faro del fin del mundo. Digo erróneamente, porque el Faro de San Juan de Salvamento en La Isla de los Estados, es en el que se inspiró Julio Verne en su novela homónima. 

Pudimos observar fauna como los cormoranes y leones marinos. Fue muy divertido ya que el mar estaba picado... Se notaba en el ambiente que alguno iba a compartir su desayuno con el resto de pasajeros... Finalmente, los estómagos respetaron. En el catamarán nos encontramos a Hooney, que también hacía la excursión. 





Al acabar nos dirigimos a realizar la caminata de Playa larga y Río encajonado. Es un recorrido fácil de 11 km ida y vuelta donde se observa la costa y diferentes especies de vegetación. Para volver al hostel, hicimos dedo y una pareja, muy simpática y también maestros, nos levantó para dejarnos en la misma puerta. Gran experiencia que volveremos repetir. 




Después de cocinar una exquisito arroz con pollo,nos fuimos a descansar en la última noche en el hostel Los Cormoranes.


Glaciar Martial y casa de Leda


Tras despertarnos y desayunar nos despedimos de Gustavo y nos recogió en el hostel, Leda. Leda, era una chica de Couch Surfing que nos iba a alojar en su casa las próximas dos noches. Couch Surfing es una aplicación en la que te pones en contacto con gente local que te aloja en su casa. Nos encanta, ya que puedes compartir y conocer diferentes formas de vida y costumbres. Lo más importante de viajar. Con ella, hicimos la actividad de subida al glaciar Martial. Las vistas durante la subida eran mágicas. Y el día nos acompañó con un sol radiante. Una vez en la base del glaciar, seguimos hacia arriba durante un tramo más. 




Después de almorzar, realizamos otro sendero, el filo. La casualidad quiso que el sendero recorriera el filo de la montaña. Una obra de arte. 

La bajada la hicimos por la antigua pista de nieve contemplando la ciudad y todo el canal de Beagle. También aprovechamos a lanzarnos en "culipatín".




Cuando llegamos a casa de Leda, nos esperaba su padre, Nino, artista y escultor, que había hecho el monumento a los Antiguos Pobladores de Ushuaia; y su mujer, Ro. Los tres vivían en la casa junto a Tinta, su perra y tres gatos (llamémoslos gato 1, gato 2 y gato 3). 

Monumento Antiguos Pobladores de Ushuaia


Tras tomar unas facturas y un matecito todos juntos, Nino se volvió a trabajar. Estaba en medio de un proyecto en el que tenía que realizar 600 reproducciones en miniatura del momento a los Pobladores. Se le veía apurado... Por lo que Dani se ofreció a ayudarle y allí se puso a retocar las figuras con la radial. No había tocado una radial en su vida, Hulio.




Después del trabajo, preparamos una buena tortilla de patata. No todo era asado. Les encantó, por supuesto. Y como el cansancio hacia mella, nos fuimos a dormir con unas vistas inmejorables del canal. Teníamos que descansar para nuestro último día en Ushuaia, junto con gato 1 o 2 (no me acuerdo cual era) que nos acompañó en la cama. 





Centro de Ushuaia y museos

El último día completo en Ushuaia lo ibamos a dedicar a turismo de ciudad, visitando algunos museos como el del Fin del Mundo, en el que haces un recorrido por la historia de Ushuaia, sus primero pobladores, las primeras expediciones de exploradores europeos, etc...y el Pensar Malvinas, dedicado a la historia de las Islas Malvinas, un archipiélago del Atlántico Sur cercano a Ushuaia, cuyo territorio acabó perteneciendo a Inglaterra, y sobre el que Argentina reclama su legitima soberanía. 

Paseando por las calles de Ushuaia, llama la atención la cantidad de referencias y monumentos dirigidos hacia las Islas Malvinas, ya que muchos de los caídos en la guerra en 1982 procedían de Ushuaia. 

Después de este dato historico, vamos a decir que estábamos muy cansados y pusimos rumbo a casa después de comernos un sandwich de milanesa sentados en una plaza mirando al mar. Por la noche recibimos a otro "couch surfer" que se iba a alojar en casa de Leda and company: Davide, un italiano que hablaba español argentino ya que estudiaba en Buenos Aires. 

Después de despedirnos de todos, nos pusimos la alarma bien prontito ya que a las 8 de la mañana partíamos en bus hacia Puerto Natales para visitar el Parque Nacional de Torres del Paine. También pudimos disfrutar desde la cama del amanecer al final del canal de Beagle.